Es una etapa para dar un buen
paseo y conocer paisajes y aspectos ambientales de nuestro término. Salimos
desde la Fuente Amuña subiendo hasta el Portillo Vizcalmón y continuando hasta
el cortijo del mismo nombre. Habremos observado, “allí” al fondo, Sierra
Nevada sobre el Castillo de Locubín, habremos contemplado un ejemplar de madroño
en la bajada y habremos felicitado al dueño de la Fuente Vizcalmón por
mantenerla y adecuarla. Pasados
unos 300 metros de este cortijo encontramos una curva muy cerrada a la izquierda
(entre pinares). Nosotros seguiremos al frente, bajando y cruzando un pequeño
barranco de cristalinas aguas y andando ahora entre un olivar en el que podremos
observar un modo peculiar de evitar la erosión que puede servirnos de ejemplo.
Dejaremos una encima solitaria a nuestra derecha con la torre Caniles y las
Sierras de Rute al fondo. Ahora giraremos a la izquierda 180 grados para subir y
luego bordear una pendiente de olivos (cara a la Sierra), cruzar otro arroyo y
ascender (ahora con el Fontanar a nuestra espalda). Es fácil si nos limitamos a
seguir por la pista. Especialmente en esta parte del trayecto daremos goce a
nuestros sentidos de la vista por los paisajes y el colorido de las plantas; al
olfato por el olor de tomillos, jaras, pinares, majoletos en flor... y al oído
con la mezcla de silencio y canto de pájaros que nos acompañan en todo el
trayecto. Pararemos en la
curva para asomarnos a un balcón sobre el sur (“ahí” Sierra Nevada”) y
seguiremos por la izquierda ascendiendo suavemente hasta el punto más alto del
recorrido, donde descansaremos en cualquier pequeño prado con la Sierra Ahíllos
al alcance de nuestra mano.
Al pasar bajo un arco formado por dos chaparros encontraremos un cruce. Tomaremos a la derecha bajando cara a las sierras de Valdepeñas. Pasaremos por dos cortijos (el primero se llama “Zorrera”) antes de llegar al punto más lejano (cortijo del Cerro de la Cueva). Aquí podremos llenar las cantimploras e iniciar la vuelta caminando hacia el suroeste. “Aquí” a nuestra izquierda Sierra Nevada. Atravesamos una zona rica en agua y cortijos (Fuente Vieja), próximos a la Casería de Los Infantes, con Huerta Redonda y la Dehesa del Tobazo de fondo. Bajando hacia el cortijo de Pechín veremos, ¡de nuevo!, el poderío de las excavadoras para preparar terreno al olivar. Admiraremos un magnífico ejemplar de encina. Ahora podemos optar por bajar hasta encontrar el camino de los Santos o seguir al frente, viendo de nuevo el cortijo de Vizcalmón(arriba y al frente), andando por una senda entre olivos, cruzar un barranco y tomar a la izquierda rodeando el cortijo de “El Contaor” con sus dos ejemplares de ciprés. Justo al pasar a la altura de éste giraremos a la derecha hasta el Portillo La Coja y nos dejaremos llevar hasta la Fuente Amuña pasando cerca de los Santos.